Día de la Visibilidad Trans: Demandas y reivindicaciones desde Ecuador

Mientras que en contextos favorables para las personas trans existen leyes integrales que garantizan derechos y reparación, en Ecuador esta población continúa siendo una de las más vulnerables. Cuatro activistas trans exponen sus principales demandas ante el Estado y a la sociedad

DIEGO RIVAS

El Día de la Visibilidad Trans se conmemora cada 31 de marzo alrededor del mundo. Rachel Crandall -activista transgénero- lideró en 2009 la iniciativa para la instauración de esta fecha como respuesta ante la falta de atención a este colectivo, y para ofrecer visibilidad de la comunidad trans y no binaria en la sociedad.

El 31M es un día para reconocer los logros y contribuciones de las personas trans y no binarias, además de concientizar sobre los desafíos que enfrenta esta población en su vida cotidiana y visibilizar la lucha constante por derechos, igualdad y no discriminación. 

Las personas trans son una de las poblaciones más vulnerables dentro de las diversidades sexo genéricas. Según el informe Runa Sipiy, 25 personas LGBTIQ+ fueron asesinadas el año pasado en Ecuador, 17 de ellas fueron personas trans. 

El estudio sobre la Situación de los Derechos Humanos de las personas Trans en Ecuador, realizado en 2017 por el Consejo Nacional para la Igualdad de Género, detalla que el 75% de las personas trans ha sufrido discriminación dentro de su núcleo familiar y el 72% violencia. Solo el 15,3% de la población trans logra acceder a la educación superior y el 79,4% no cuenta con ningún tipo de seguro médico. 

La  Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) insta a los Estados a adoptar medidas concretas para proteger y garantizar los derechos de las personas trans y de género diverso, y a trabajar para erradicar la discriminación y violencia que sufren. 

El año pasado, 17 personas trans fueron asesinadas. Es el colectivo más vulnerable dentro de la población LGBTIQ+. | ARCHIVO

Edición Cientonce, en conmemoración por el Día de la Visibilidad Trans, charla con cuatro activistas trans de diferentes latitudes del país para indagar sobre las realidades de esta población en Ecuador, exponer sus principales demandas, y, sobre todo, mostrar sus aportes y conquistas en la sociedad. 

Robin Guevara Torres: “La universidad ha sido siempre un sitio prohibido para las personas trans”

Robin, vicepresidenta de la Fundación Visión y Diversidad, de Ambato, está convencida de la fuerza transformadora de la educación. Es una de las pocas mujeres trans en acceder a estudios de cuarto nivel -actualmente cursa una maestría en FLACSO- y lucha para que todas las personas trans puedan acceder a estas oportunidades.

En Uruguay existe una Ley Integral para Personas Trans, que incluye  normativas que garantizan el acceso a derechos fundamentales como: salud, educación, vivienda, trabajo, etc. Y en Argentina está vigente desde 2012 una Ley de Identidad de Género, una de las más avanzadas en el mundo que reconoce los derechos de las personas trans, y en la provincia de Santa Cruz también hay una Ley Integral Trans.

“En Ecuador esto no pasa, aquí lideresas históricas están muriendo en la indefensión y olvido estatal. Todo avance en materia de derechos se ha logrado por el impulso y lucha que las personas trans hemos encabezado. Una Ley Integral Trans es urgente y estamos trabajando en ello”. 

Asegura también que una de las principales deudas de la sociedad ecuatoriana con las personas trans es la educación. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el 79,7% de la población trans no logra acceder a ningún tipo de formación académica después de la educación media. 

El acceso, la permanencia, la inserción y reinserción de las mujeres trans en el sistema educativo ecuatoriano es una deuda pendiente y un tema que me preocupa mucho. Las compañeras no logran culminar la secundaria, menos la universidad, pocas somos las que lo estamos logrando”.

La Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) reconoce y promueve el principio de igualdad de oportunidades en el acceso, permanencia, movilidad y graduación de las personas en el sistema de educación superior. Pese a ello, Robin denuncia que “la universidad ha sido siempre un sitio prohibido para las personas trans”. 

“Las compañeras son expulsadas de sus hogares a temprana edad. Se enfrentan desde que son niñas a contextos violentos que las dejan sin oportunidades y las marginan. Debemos seguir luchando fuertemente contra estas realidades”. 

Malony Chávez: “Las mujeres trabajadoras sexuales trans no tenemos ningún tipo de derecho, ¿cómo podemos hablar de derechos pendientes?”

Malony, presidenta de la Organización de Mujeres Trabajadoras Sexuales Trans, en Quito, está segura de que podrán construir el primer sindicato trans del país, y de que a partir de iniciativas como esta lograrán seguir luchando por darle valor y dignidad a su gente, levantándose rebeldes y furiosas ante quienes siempre las han marginado. 

El 22 de marzo de 2022, la Plataforma Nacional Revolución Trans “Nueva Red Trans” presentó a la Asamblea el proyecto de Ley Orgánica de Inclusión laboral trans. Pese a ello, más de un año después, no se ha avanzado en el debate. 

Malony Chávez enfatiza en que “las mujeres trabajadoras sexuales trans no tenemos ningún tipo de derecho, ¿cómo podemos hablar de derechos pendientes? Si nunca hemos tenido nada”. Exponiendo así la alta vulneración que padecen las personas trans que ejercen el trabajo sexual en Ecuador.

“Uno de nuestros objetivos centrales es formar el primer sindicato de mujeres trans del Ecuador. Para ello nos estamos capacitando, formando lideresas, fortaleciendo nuestras capacidades; queremos empoderarnos de nuestros propios cuerpos y que no sigan lucrando más de nosotras como siempre ha pasado”. 

El proyecto de ley presentado el año pasado establece que el Estado ecuatoriano mantendrá un porcentaje de empleados y empleadas trans no inferior a un 1%. Además, impulsará programas de acción afirmativa e incentivos en el sector privado. La ley también busca erradicar la discriminación laboral y garantizar el respeto a la identidad de género de las personas trans.

El 1 de marzo, se desarrolló un plantón en protesta de los crímenes de odio contra mujeres trans en Perú. En el acto también se reclamaron por realidades similares en Ecuador. En la foto aparece Malony Chávez. | DIEGO RIVAS

Malony Chávez sostiene que el cupo laboral trans sí es un tema importante, pero -advierte- que muchas veces este tipo de medidas solo favorecen a una “pequeña élite LGBTIQ+, a minorías”. A las trabajadoras sexuales nos matan, nos violan, y el Estado no hace nada. Por eso nos organizamos, para protegernos nosotras mismas”. 

Las putas estamos aquí y estamos presentes, no nos vamos a cansar de luchar y ser furiosas. Luchamos contra todo lo que nos hace daño, incluso contra la propia discriminación y clasismo dentro de la población LGBTIQ+ y aquellas personas que se han lucrado históricamente de nuestros cuerpos. ¡Furia Trans!”.

Odalys Cayambe: “Las mujeres trans estamos cercanas a la esclavitud moderna”

Odalys, directora de la Red Comunitaria Trans del Ecuador, inicia su activismo desde uno de los rincones más violentos del país: las cárceles. Hoy, encabeza el único albergue y casa de acogida que trabaja por y para las personas trans en Guayaquil. Un claro ejemplo  de que, ante la violencia y abandono, la resistencia y unión se vuelven una necesidad. 

La Asamblea Nacional tenía como plazo final el mes de enero de 2023 para reformar la Ley de Gestión y Datos Civiles, que debía unificar el sistema de cedulación de personas cisgénero y trans. Este plazo no se cumplió y el pasado 1 de marzo la Comisión de Garantías Constitucionales y Derechos Humanos informó que se encontraban analizando aún el cronograma. 

Odalys Cayambe expone que en Ecuador no existe registro alguno de personas trans. “¿Cómo podemos hablar de leyes, reformas o derechos si no existe un registro oficial de personas trans? ¿A quiénes van a beneficiar estas leyes? Somos una población inexistente. El primer paso es generar un registro trans real y válido”.

“En Ecuador no se conoce cuántas mujeres y hombres trans hay, no se sabe nada de sus necesidades, se desconoce cómo viven y cuáles son los temas que de verdad les afectan. En este país hay mucha etiqueta LGBTIQ+, pero las mujeres trans vivimos en la marginación, en la exclusión, nadie se preocupa por nosotras”.

“Los beneficios, la plata, los puestos, todo, ha ido siempre  a un grupo selecto de personas que trabajan en unión con los gobiernos de turno y los organismos internacionales. Nosotras somos invisibilizadas, nada se habla de nuestras realidades, las mujeres trans estamos cercanas de una esclavitud moderna”. 

Desde 2020 se desarrolla en Ecuador la marcha trans, convocada por la Red Comunitaria Trans para reclamar por la situación de estos colectivos. En la foto aparece a la izquierda Odalys Cayambe. | FABIO ABAD

Desde hace 5 años, Odalys Cayambe lidera el albergue y casa de acogida transitoria trans, en la ciudad de Guayaquil. A través de la autogestión, reciben a adultas mayores, mujeres en situación de calle, trabajadoras sexuales y personas que estuvieron privadas de libertad. Juntas han construido un espacio de respuesta y resistencia al abandono estatal. 

“El Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos nos han dejado de lado, nunca han prestado ayuda alguna para nosotras, por eso nos autogestionamos y mediante la cooperación hemos conseguido existir hasta el día de hoy”.

Odalys critica que incluso el periodismo tradicional se ha quedado siempre en la superficie en cuanto a lo que respecta a las personas trans.

Gustavo León: “Las personas trans somos aquellas que siempre pueden esperar, somos esa eterna tarea pendiente”

Gustavo, lider del Colectivo Rompiendo el Género y vicepresidente de la Fundación  Mujer&Mujer, en Guayaquil, es un orgulloso hombre trans no binario, que trabaja para que sus compañeras y compañeros puedan acceder a beneficios que incluso él no desea para sí mismo. Seguro de que quienes sí los requieren es por una necesidad latente e impostergable de encuentro con su propia identidad. 

“Hay demasiados temas urgentes sobre personas trans. Por ejemplo, no hay leyes que aterricen los supuestos derechos constitucionales de nuestra población. Lo que se promulga no se cumple ni está en vigencia, simplemente es letra muerta: no es palpable en nuestras vidas”.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda a los Estados de la región garantizar servicios médicos, entre los que se incluyen tratamientos hormonales o cirugías de reafirmación de sexo. Pero el Estado ecuatoriano no ofrece estas garantías de acceso a salud integral para personas trans. 

Gustavo explica y reconoce la importancia de estos procedimientos médicos. “No son un capricho, las personas que acceden es porque realmente lo necesitan”. Pese a ello, asegura que otras personas -entre las que se incluye- no desean someterse a hormonas o cirugías, “nuestra realidad es igual de válida, soy tan transmasculino como el que decide hormonarse”.

“Existimos personas que reconocemos nuestro cuerpo de origen y a partir de él construimos nuestra masculinidad o feminidad. Pese a ello, quienes sí desean hormonas o cirugías deberían tener garantizado ese derecho, lamentablemente esto no ocurre”.

Al preguntarle sobre la importancia del Día de la Visibilidad Trans, Gustavo es categórico: “¿Visibilidad? Las personas trans en algún punto sabemos que decidimos pasarla muy mal, enfrentar a nuestras familias, a la sociedad. ¿Por qué? Por ser nosotros mismos, no es un capricho, es una realidad, una necesidad, por eso la visibilidad es importante, porque nos reafirma”. 

“Todo es válido -mientras respetemos a los demás- personas trans no binarias, personas que deciden emprender su transición con hormonas y cirugías, personas travestis, etc. Todas y todos somos válidos, lamentablemente el Estado, las organizaciones, incluso algunas de gays y lesbianas, nos han querido invisibilizar”. 

La lucha de las personas trans no cesa pese a las adversidades

Robin, Malony, Odalys y Gustavo son cuatro ejemplos de las diversas realidades de las personas trans en Ecuador, cada una con sus convicciones y puntos de enunciación. Pero con un eje común en el que convergen: la lucha por los derechos de la población trans y no binaria.

En el Día de la Visibilidad Trans, es necesario recordar toda la violencia y discriminación que el Estado ejerce contra las personas trans y no binarias, pero también, y, sobre todo, reconocer y visibilizar los logros y conquistas que estas poblaciones han conseguido mediante su lucha y trabajo, mientras el Estado mira hacia un lado.

Diego José Rivas

Periodista e Investigador Social. Maestrante en Comunicación y Opinión Pública en FLACSO-Ecuador como becario por Excelencia Académica. Premio Eugenio Espejo UNP 2023.