¿Por qué es necesario un cupo laboral trans?

La plataforma Nueva Red Trans Ecuador presentó a la Asamblea un proyecto de ley para la inclusión laboral de personas trans. Es la segunda iniciativa que recibe el Legislativo sobre este tema. Te explicamos por qué es necesario que exista un cupo para garantizar trabajo a esta población

VÍCTOR HUGO CARREÑO

La Asamblea Nacional recibió el martes 22 de marzo un proyecto de ley de inclusión laboral trans elaborado por la plataforma Nueva Red Trans Ecuador, coordinada por las asociaciones Silueta X y Transmasculinos Ecuador.

El proyecto, elaborado desde 2018, plantea iniciativas como la obligación del Estado de mantener un porcentaje de por lo menos 1% de trabajadoras y trabajadores trans, mientras que para las empresas privadas propone una reducción en la base imponible del Impuesto a la Renta del 10% en cada período fiscal si contratan a personas trans.

La propuesta, presentada en una sesión del Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres, plantea también que se promueva el derecho al trabajo de las personas que se encuentran en proceso de transición durante el empleo.

En la región, Argentina es el único país que cuenta con una legislación para garantizar empleos a las personas trans. La norma fue aprobada en junio del año pasado y establece que el Estado garantice un mínimo de 1% de sus plazas de trabajo a personas trans, así como incentivos económicos para las empresas privadas.

¿Por qué es necesario un cupo laboral trans? Dentro de la población LGBTIQ+, las personas trans son las más desplazadas y vulnerables. La discriminación familiar y social incide en que tengan menos formación educativa en relación a otras personas de la diversidad sexo genérica y menor acceso al trabajo formal.

Según el informe Situación de los derechos de las personas trans en Ecuador, del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, solo el 15,3% cuenta con nivel de instrucción superior y el 52% con educación media.

Este informe se basa en las cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida de la Población LGBTI, que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó en 2013. Desde entonces, no ha actualizado información.

Sin formación académica, el acceso al trabajo de este grupo poblacional  es limitado y quienes lo integran se dedican a actividades de servicios o a ser vendedores en comercios o mercados. De acuerdo con el informe, el 80% de las personas trans ejercen estas labores.

Dentro de estas actividades, se encuentran los trabajos en peluquerías o cocina. Por falta de oportunidades, principalmente mujeres trans se dedican a estas. Además, son desplazadas al trabajo sexual.

“En el imaginario social, las personas trans no figuran ocupando empleos estables con salarios dignos o teniendo acceso a estudios universitarios. Al contrario, en el caso de las mujeres trans, por ejemplo, se las piensa como destinadas al trabajo sexual, ser bailarinas o dedicadas al estilismo. Si bien es verdad que gran parte de las mujeres trans se ganan la vida realizando estas actividades, en gran medida se debe a la discriminación laboral”, explica Diane Rodríguez, directora de Silueta X.

Integrantes de la plataforma Nueva Red Trans tras la presentación del proyecto de ley en la Asamblea, el pasado 22 de marzo. | NUEVA RED TRANS

El 67% de personas trans han experimentado discriminación, exclusión o violencia en el ámbito laboral, según el reporte Situación de los derechos de las personas trans en Ecuador. Este documento menciona que una de las situaciones más comunes es la imposición de vestimenta.

Un informe de Red Lac Trans (Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans) sobre el impacto de la pandemia en este colectivo también menciona la exclusión en el campo laboral. La organización indica que “los profundos prejuicios arraigados en nuestras sociedades conducen a que el acceso al empleo formal sea prácticamente imposible para las personas trans”.

Según esta publicación, en Latinoamérica, el 95% de mujeres trans, empujadas por esa exclusión en el ámbito laboral, se dedican al trabajo sexual para subsistir.

Esta situación también la recoge la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe Violencia contra Personas LGBTI. “Debido a la discriminación en el mercado laboral y otras adversidades que enfrentan socialmente, el trabajo sexual es para muchas mujeres trans un medio de supervivencia, e incluso algunas se involucran en el trabajo sexual desde temprano en la adolescencia”.

En este documento, la CIDH indica que las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual son vulnerables a la violencia, incluso asesinatos, y que su promedio de vida es de 35 años.

Para entender la realidad de las personas trans también hay que partir de que la falta de acceso a la educación está relacionada al rechazo de sus familias.

De acuerdo al informe del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, un 76% sufrió discriminación en el ámbito familiar y el 73% fue víctima de actos de violencia por su identidad de género.

Entre las experiencias que enfrentan las personas trans en sus familias está la imposición en su vestimenta, intentos de “curarle”, expulsión de las casas y hasta golpes o agresiones. Muchas personas trans abandonan sus hogares y, por ende, sus estudios.

Otras dejan su formación inicial por acoso escolar o porque socialmente se les ha asignado labores para las que se necesita un bajo nivel de estudio, detalla el mismo informe.

El proyecto de ley también recoge estas realidades y propone que el requisito de haber concluido el bachillerato no sea obstáculo para acceder a un empleo. Plantea que quienes no hayan completado el bachillerato, ingresen a la plaza de trabajo con la condición de cursar los niveles requeridos para completarlo.

Geovanny Jaramillo, de la Asociación Bolivarianos Diversos, sostiene que la mayoría de personas trans que fueron adolescentes en los años 80 no pudieron terminar el bachillerato. “Eso son los resultados de leyes que no han amparado a todas y todos”, señaló en su intervención ante Asamblea, según un reporte de Lxs Pornógrafxs.

La propuesta de ley plantea, además, que los antecedentes penales de una persona trans no pueden ser obstáculo para acceder a un puesto de trabajo “considerando la particular situación de vulnerabilidad de las personas trans”.

Una de estas particularidades la menciona el informe Violencia contra Personas LGBTI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. El documento recoge que las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual son el objetivo más frecuente de persecución de policías y sufren detenciones arbitrarias.

El proyecto de Nueva Red Trans Ecuador es el segundo planteamiento para establecer un cupo laboral trans que recibe la Asamblea Nacional. El primero provino del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y fue presentado el año pasado en un proyecto de Código Orgánico de Trabajo.

El proyecto de FUT sugiere, asimismo, que los empleadores mantengan un porcentaje de personas trabajadoras trans no inferior al 1% y, además, que se reconozca los derechos laborales incluso a aquellas personas trans que no hayan accedido al registro de su género autopercibido en su cédula de identidad.

Víctor Hugo Carreño

Fundador y director editorial. Magíster en Periodismo, Diplomado en Comunicación, Género y Derechos Humanos, y becario del International Center for Journalists. Sentí culpa por ser gay y me encerré en el clóset casi hasta los 30 años. Hoy, con orgullo y aguantando aún señalamientos, defiendo y hago un periodismo que vigile el cumplimiento de derechos LGBTIQ+.