¡Bienaventurada seas, Purita Pelayo!

Hay muchos personajes que me hacen replantear la vida, que hacen que la vida se me sacuda, que hacen que exista lo abierto que intento cubrir con el lenguaje, pero sé que todo lenguaje es una incompletud y, en palabras de Pascal Quignard, dejarse penetrar por el habla y que se sufra por ello. Eso es la palabra.

Dejarnos penetrar por la palabra, es justamente ese ejercicio que se encarna sobre nuestrxs cuerpxs y que las luchas no solamente queden en una discursividad más, inclusive en una reducción ideológica, sino que se manifiesten en esa condición de la poiesis que Platón tanto en la República como en el Banquete dice “esa causa (última) que convierte lo que no-es en ser”; es decir, una materialidad de la palabra en cuerpxs políticos. 

Los fantasmas se cabrearon: Crónicas de la despenalización de la homosexualidad en el Ecuador es un libro de crónicas que fue presentado en 2017 por la activista transgénero Purita Pelayo que pudo dar cuenta de la persecución política y la lucha histórica de los colectivos LGBTTIQ+ durante las décadas de los 80 y 90, cuando la homosexualidad estaba penalizada.

En 2021 nos llega el texto a través de las manos tan cuidadas y finamente curadas de la editorial SEVERO, con una reedición, prólogo, memoria visual y epílogo de varixs académicxs, que no solamente en esta nueva edición viene con un ejercicio de “otro libro más”, sino que pensaría que lxs editores lanzan esta propuesta como una máquina de guerra. Un dispositivo. 

El deseo se sostiene en la escritura. No puede existir literatura que tenga una inocencia que en ocasiones se puede llegar a pensar que se escribe con el fin de desarmar los sistemas. Decir cosas sencillas que impacten, escribir desde el lugar donde nos sentimos inquietos por la vida, escribir para desmantelar un sistema que desde el mito Egipto, el dios/hombre Tot trae la escritura como una forma de llevarse la palabra hablada, da un segundo gatillo a las sociedades, nos da una opción de poder escribir sobre nuestros horrores para que la palabra escrita sea un arma inclusive de supervivencia para lxs que la palabra hablada ha sido arrebatada. 

Devenir en Purita Pelayo, es ya un ejercicio poético/político de que se puede tener la fuerza y las armas necesarias para que el desplazamiento del cuerpo sobre las calles y luego el paso a través de la escritura de crónicas nos revela una cartografía deseante que va transitando en la forma en cómo llegamos a conocer el mundo, en ser parte del mundo, estar en el mundo. Purita Pelayo transmariconiza a Heidegger y nos devela un mundo lleno de saberes de lo vivo, un saber del cuerpo, pero también un saber que nos toca, perturba, sacude, alcanza sentidos y afecta el mundo por las luchas de apropiación de una tierra que por historia ha sido silenciada: el espacio público como el espacio deseante. 

Dentro del texto, hay frases que remarco para recordar también mi materialidad y mis luchas diarias. ¿Cómo es posible que yo, David Aguirre, en 2022 pueda permitirme hablar de Purita, teniendo otros contextos, privilegios, luchas que ella fue abriendo para que personas como yo tengamos la libertad de escribir, de amar, de ubicarnos frente a lugares de enunciación y emancipación donde casi parece que hubiesen sido naturales poder ubicarnos frente a ese registro de la presencia de Ser?

Purita deviene en un fantasma que se cabrea. Purita deviene en letra. Fantasma desde la etimologia griega φάντασμα, tiene multiples significados, pero lo que más me interesa rescatar del conceptoes el ser espiritual que se manifiesta entre los vivos como formas de percepciones donde los sentidos pasan a un primer plano: lo visual, los aromas, los sonidos, el desplazamiento de los objetos crean vínculos con el mundo de los vivos. Purita dice “Tú sabes que yo considero que ya me morí hace tiempo, que ya dejé de existir hace tiempo. Yo no se quién es la que está, quién es la que me ha sustituido”. 

La pérdida de la noción de unx mismx, no es cualquier cosa. El devenir y el ser imperceptible o inclusive la transformación en la medida que se escribe es volver al nudo de la raíz de la escritura: el amor. Escritura, amor y deseo no son conceptos que se encuentran desconectados o aislados. Roland Barthes sostiene que en el lenguaje existe el amor como una piel sensible a los deseos del otrx, y por lo tanto a los signos secretos. Borges, por otro lado, dice que la literatura es un acto de amor. Somos convocados por esa violencia que nos hace perdernos para recuperar algo de lo perdido. La escritura es una profecía profana de la carne y se injuria sobre una violencia que está del orden de lo innombrable: El amor.

Pero también creo en Cristo, creo en la libertad. En la justicia. Creo en la equidad. Rezo. Leo mucho el libro de Eclesiastés, del Antiguo Testamento. Es mi capítulo especial. Dice que no hay nada nuevo bajo el sol, que debemos ser empáticos con los que compartimos el trabajo, el amor, el dinero, el bienestar. No hay nada nuevo. Todo está creado ya”.

Aunque resulte arbitrario decirse, existe un trabajo profético de Purita, poder hacer una lectura sobre los tiempos, ser un puente entre lo humano y lo divino, leer los cielos, tener una experiencia personal mística sobre la justicia, escuchar la voz de lo sagrado, reivindicar derechos y devolverle las mañanas a las comunidades donde la noche era un refugio eterno, hace que el trabajo de Purita sea mucho más profético de lo que se pueda decir: ella construye su propio libro de Eclesiastés (ἐκκλησιαστής) que traducido es “La asamblea”, “El vocero de la asamblea”. Purita guarda una cortesía y un respeto con sus antepasados, con su creencia, con su Fe; pero da un paso más, deviene en ese fantasma que se cabrea y le devuelve a la población LGBTIQ+ una palabra que había sido saqueada. Una tierra nueva y un cielo nuevo y que la muerte simbólica que ella anunciaba de ella misma era el registro del nuevo nacimiento de ese mundo que había sido arrebatado, patologizado y criminalizado.

“Los fantasmas se cabrearon” es un arma textual. No puede ser tomado como un texto historiográfico o como un texto de crónicas que de forma reduccionista quedaría registrado dentro de los repositorios de los territorios invisibles “académicos” de los estudios de género latinoamericanos. “Los Fantasmas se cabrearon” es un arma de supervivencias, de libertades y espacios de emancipación, donde la pregunta quedaría abierta: ¿Quiénes se encuentran en el terreno de lo vivo y quienes se encuentran en el terreno de lo fantasmagórico? Ahora nos corresponde seguir tejiendo en ceremonias y rituales para recordar que las calles no son un lugar privilegiado para ciertas elecciones heteronormadas. Estar cabreado es estar muy enojado contra un sistema que se prohíbe desear de otras formas. Camila Sosa en su texto “El viaje inutil” en relación a la trans-escritura dirá que hay que escribir porque lo no escrito hace nido en alguna otra parte e inclusive se muere; pero, por otro lado, el impulso de la lengua escrita es un drenaje que activa el lenguaje con el otro. Besos divinos. 

La escritura, la configuración sagrada, la profecía, la ceremonia, los rituales de Purita por traernos una existencia en resistencia es el mayor regalo para los meses donde la oscuridad quiere y puede habitarnos las calles. Recordar que el nombre de Purita también viene de una declinación del adverbio Puro, pero no como una condición de lo salubre, sino más bien como algo que no ha perdido su esencia, que no se ha mezclado y que al leerla es hacerla presente como un fantasma cabreado que toca mi alma en turbulencias de luchas y me convoca a los gestos de amor que me devuelve en sus crónicas. 

Gracias Purita por permitirnos reivindicar resistencias. Gracias Purita porque dejamos de ser criminales y nos convertimos en ciudadanxs. Gracias Purita por devolvernos un bosque donde ahora aullamos juntxs y que donde la Fe hace que escribamos y creamos en un mundo mejor.

Pienso en Purita Pelayo. Pienso en el sermón del monte. Jesús en sus momentos antes de la crucifixión nos regala BuenosDecires sobre las comunidades que históricamente han sido silenciadas, oprimidas y sentenciadas. Desde la mirada de Mateo, es devuelta la esperanza de volver de nuevo a casa. Un nuevo habitar.

Bienaventuradxs lxs que lloran, porque ellxs recibirán consolación, Bienaventuradxs lxs mansxs, porque ellxs recibirán la tierra por heredad. Bienaventuradxs lxs que tienen hambre y sed de justicia, porque ellxs serán saciados. Bienaventuradxs lxs misericordiosxs , porque ellxs alcanzarán misericordia. Bienaventuradxs lxs de limpio corazon, porque ellxs verán a Dios. Bienaventuradxs lxs pacificadores, porque ellxs serán llamados hijxs de Dios” Mateo 5:4-9 RV

Bienaventurada seas Purita Pelayo porque nos devolviste la palabra a lxs que no teníamos palabra. Bienaventurada seas Purita Pelayo por devolvernos el acto de amor más profundo que es la justicia y la libertad. Bienaventurada seas, Purita Pelayo.

David Aguirre

Psicólogo clínico, máster en Psicoanálisis, máster en Filosofía de la Religión, Doctor en Psicología. Actualmente, ganador de la beca académica post doctoral en 17 Instituto de Estudios Críticos con el tema “Inconsciente y procesos de descolonización”. Sus líneas de investigación están atravesadas por las nuevas formas de subjetivación, género y arte.