Fausto Stiward Herrera Herrera
25 años
Vive en Imbabura, Antonio Ante, Parroquia San Roque
Estudiante de cine
¿Cuál es el primer recuerdo de tu infancia o adolescencia asociado a tu orientación sexual o identidad de género?
Recuerdo que cuando estuve en el jardín, a los 6 años de edad, ya sentía cierta “atracción” hacia los chicos. Solía jugar más con ellos y con uno en específico. Claro que en el jardín es mucho más fácil compartir con chicos porque todavía no hay estereotipos de género como que te guste el fútbol para encajar, cosa que sí me sucedió en la escuela y colegio.
¿Cuál experiencia de discriminación, exclusión o violencia fue la que más te marcó?
Fue cuando mi mamá rechazo mi orientación sexoafectiva y dijo que ella prefería un hijo muerto a un hijo homosexual. Esto causo una fractura en nuestro vínculo de madre-hijo, volviéndonos por mucho tiempo y hasta ahora distantes. A pesar de que ella ha asimilado de alguna forma mi orientación sexoafectiva, rara vez se habla del tema.
¿A qué edad saliste del clóset y cómo fue el proceso?
A los 17 años me enamoré de un chico. Era mi primera vez, así que decidí ir a una psicóloga para saber cómo manejarlo. Aunque negaba ser religiosa, orábamos al final de cada terapia. Le comenté en algunas sesiones sobre si debía contarle mi homosexualidad a mi mamá y me comentó que debía quitarme ese peso y contárselo, y lo hice.
¿Cuál experiencia de aceptación de familia o amistades es la que más atesoras?
Cuando estaba en primer semestre de universidad, conocí a mi amiga. Le comentaba que le deseaba decir algo importante, pero que no sabía cómo ella iba a reaccionar y que tenía temor; decidí contarle y no recibí un rechazo como si sucedió con mi familia, ella sí me aceptó.