Resistir para dignificar

La resiliencia y resistencia como medio de dignificación de la vida de un sujeto trans

KEVIN UBILLÚS

Los cuerpos tienen memorias que pueden ser colectivas o singulares. Esas memorias que inconscientemente determinan maneras de vivir, sentir y producir. Memorias que duelen por lo sufrido y otras que alegran por los logros obtenidos. Pero, al final, son memorias que se sienten desde lo colectivo y lo singular. En lo colectivo, se sienten porque inspiran lucha, resiliencia y resistencia. Y en lo singular, porque cada persona trans vive su transición de manera particular. No hay una manera universal de llevar una transición y menos de ser un sujeto trans. 

Cabe preguntar, si cada sujeto vive su transición de manera singular, ¿por qué es tan importante la memoria colectiva? Porque nos recuerda cómo fueron las luchas que lideraron quienes nos antecedieron para que hoy todo sea distinto. Porque conmemora a aquellos activistas que dieron su vida por obtener un espacio en lo social. Porque nadie hace historia solo. Es decir, que para que haya sucedido un hecho histórico, debió darse por un colectivo unido que luchó y logró un cambio en la sociedad para que las personas trans tengan una vida más digna, aunque aún con injusticias y violencias.

Una vida donde la resiliencia y la resistencia forman parte de actos políticos diarios para sostener una manera digna de vivir: ser trans. Suena sencillo, donde dos palabras sujetan una identidad, manera de vivir y respuesta al ser. Sin embargo, no lo es. No es fácil intentar salir del clóset con tu familia para que te apoyen a ser como tú en realidad te sientes. No es fácil salir a la calle sin la certeza de que puedes volver tranquilo o seguro. No es fácil afrontar operaciones para quienes deciden realizarlas y modificar un cuerpo que no calza con el sentir de un sujeto. No es fácil dignificar una vida que ha sido históricamente segregada. 

No obstante, Emilio Villafuerte, presidente de Valientes de Corazón (colectivo que agrupa a hombres trans), nos indica que las personas trans enfrentan varios desafíos: “Primero, con nuestro ser, como minorizar los conflictos de la disforia. Conflictos mentales que provocan la heteronorma. Primero es un trabajo interno, luego el primer vínculo es con la familia; cómo enfrentamos ese cambio desde el ser un niño a ser un adulto. Cómo le explicamos al entorno más íntimo: tus padres, tu familia cercana, cómo esta disforia ha llevado a tomar decisiones radicales en tu vida, como es la transición. Y posterior tenemos la resistencia dentro de la sociedad, a pesar de tener un género asignado a nuestro sentir y a nuestro ser.” Las travesías de las personas trans vienen desde lo interno hasta lo externo, donde el ser no concuerda con el cuerpo y la disforia puede causar repercusiones en la salud emocional y corporal. Siendo un obstáculo para explicar cómo eres o te sientes. Donde se espera que la familia, como primer vínculo, pueda ser una red de apoyo para dar un paso gigante como lo es la transición. 

Villafuerte también menciona que las personas trans “tenemos diferentes cuestionamientos, diferentes juzgamientos de parte de la sociedad. Como es: ¿eres trans y ya te operaste las partes íntimas? ¿Eres un hombre y no puedes tener hijos? ¿Aún sigues siendo mujer? ¿Una mujer que parece hombre? Esos ciertos sesgos generan una discriminación y una violencia psicológica. También forman parte de una resistencia, porque a pesar de estar en un tránsito aparentemente en su totalidad, todavía tienen juzgamientos de la sociedad”. Por lo tanto, la resistencia de una vida trans es hacia la sociedad porque no hay un espacio digno para pertenecer y ser. Toca resistir ante la discriminación, juzgamiento y también segregación que puede tener la sociedad ante una persona trans. No se pasa solo por el cuestionamiento propio de si se quiere modificar el cuerpo o no, si se quiere cambiar la apariencia o no, si se cambia el nombre o no, sino que la sociedad, cuando ya realizas un cambio, exige más. 

Incluso, las personas trans tienen la resiliencia como un estilo de vida, ya que no solo les toca afrontar sus propios desafíos al incurrir en su transición, sino que están en una constante enseñanza a la sociedad de que son personas “independientemente de la genitalidad”, como dice Villafuerte. Aquella actitud característica de una vida trans, que pareciera que todos podemos tenerla, pero que a otres les toca implementar y aplicar para poder subsistir en un terreno donde aparentemente no hay espacio. Sin embargo, es construido diariamente para que la vida de una persona trans sea tan digna como la de cualquier sujeto. 

Kevin Ubillús

Psicólogo clínico con orientación psicoanalítica. Posgrado en terapia de pareja y familia con orientación psicoanalítica. Maestrante de la maestría en psicología clínica con mención en psicodinamica. Mi compromiso social es la comunida LGBTIQ+, porque cuando salí del closet lo único que provocaron fue meterme de vuelta a la fuerza. Ahora, me dedico a atender a cualquier persona que quiera tratar salud mental y a investigar sobre disidencias sexogenéricas y psicoanálisis.