Joven denuncia agresión homofóbica y discriminación laboral: fue golpeado y obligado a renunciar

Eithan relata que un excompañero de trabajo le propinó puñetes en su cara. Ese mismo día la empresa prescinde de sus funciones, pese a ser la víctima.

VICTOR HUGO CARREÑO

Eithan llevaba tres semanas trabajando en una camaronera en Durán y desde que ingresó a laborar un excompañero de trabajo lo acosaba con comentarios homofóbicos: “mariconcito”, “mariquita”, “trabaja como hombre”… 

El lunes 10 de octubre, Eithan fue agredido físicamente: Cristhian, quien lo acosaba con epítetos y burlas, lo golpeó con tres puñetes en la cara, que causaron un corte profundo en la base de la oreja.

Según denuncia Eithan, de 23 años de edad, la madrugada del 10 de octubre se encontraba en la planta de procesamiento de la camaronera Expalsa. Ese día, cumplía su turno nocturno.

A las 3:30, ingresó al área de abastecimiento y, como era usual, fue objeto de mofas de parte de Cristhian, quien luego le lanzó bolas de hielo en la espalda.

El hielo que usaba el agresor es el que conserva el camarón, llamado hielo en escama, que es seco y subenfriado. Su presentación es en trozos planos. Por las características de este producto, causaba dolor cuando caían en el cuerpo de Eithan.

Los golpes que recibió Eithan causaron una profunda herida en su oreja. Denuncia que en la empresa no recibió la atención adecuada.

Tres horas después, Cristhian lanzó otra bola de hielo a Eithan cuando este se encontraba con Aylin, una de las amigas que conoció en las jornadas de la camaronera. Ella es una mujer trans.

En ese momento, Eithan lo enfrenta. “Nos vamos a los golpes y me lanzó 3 puñetes en la cara y luego empecé a sangrar por la oreja”, comenta.

En Enfermería, le limpiaron la herida y por la gravedad de esta le recomendaron que reciba atención en un hospital del Seguro Social.

“Pero mi seguro no estaba (activo) y tuve que ir a un hospital público. Me hicieron una tomografía y no salió nada (…) Tengo que volver (a otra consulta) porque no escucho y los sangrados continúan”, señala.

El Código de Trabajo establece que las empresas tienen la obligación de afiliar a sus trabajadores desde el primer día de labores en todo tipo de contratos.

“Me hicieron firmar la renuncia”

Pese a ser víctima de una agresión, la empresa decidió prescindir de los servicios de Eithan y también de Cristhian.

“Me llamaron de Recursos Humanos. Escucharon mi versión dos veces, pero no tomaron en cuenta mi punto de vista. Le creyeron más al otro chico, quien dijo un montón de mentiras. Me hicieron firmar la renuncia, no he recibido mi liquidación, he escrito y me dejan en visto”, comenta.

La Federación Nacional LGBT+ lleva el caso de Eithan y en un comunicado púbico solicitó al Ministerio de Trabajo investigar las actuaciones de la empresa frente a la agresión.

Además, exhortó a la Secretaría de Derechos Humanos y a la Defensoría del Pueblo a realizar gestiones para resarcir los posibles efectos colaterales de la agresión.

Diane Rodríguez, directora de la Federación Nacional LGBT, explicó que para impulsar el caso están en proceso de levantar evidencias necesarias.

La activista señaló que el caso puede configurarse en una discriminación por orientación sexual. La Federación conoce de anteriores casos similares.

“Si bien es una empresa que contrata a personas de la diversidad, no tiene un ambiente amigable para ellas”, indicó.

Zack Elías, director del Centro Psico Trans, organización que pertenece a la Federación Nacional LGBT, indicó que él fue víctima de transfobia en Expalsa cuando trabajó en la empresa hace 5 años.

“En un receso, después de una jornada en que me amanecí, pongo mi brazo en el hombro de una compañera y le digo ‘amiga, estoy cansado’, y una jefa de planta dice ‘estas dos mujeres están abrazadas’, irrespetando mi identidad de género, nos despidieron y nos pusieron en lista negra, donde identifican a extrabajadores con nombres y número de cédula para no volverlos a contratar”, indicó Elías.

Un posible delito de odio

Además de las actuaciones de la empresa frente a la agresión, Rodríguez considera que el ataque a Eithan puede ser también un delito de odio. 

El Código Órganico Integral Penal tipifica el delito de odio como cualquier acto de violencia física o psicológica por, entre varias razones, identidad de género y orientación sexual.

“El acoso está principalmente en hostigar a la persona. Eso venía haciendo el agresor desde que Ethan entró a trabajar. Era un acoso consuetudinario. Este tipo de personas puede pasar fácilmente del acoso, de la amenaza, a la agresión y de la agresión al asesinato. Pero serán las autoridades que lo determinen”, expllicó Rodríguez.

Víctor Hugo Carreño

Fundador y director editorial. Magíster en Periodismo, Diplomado en Comunicación, Género y Derechos Humanos, y becario del International Center for Journalists. Sentí culpa por ser gay y me encerré en el clóset casi hasta los 30 años. Hoy, con orgullo y aguantando aún señalamientos, defiendo y hago un periodismo que vigile el cumplimiento de derechos LGBTIQ+.