22 Jul Enchaquirado: más allá del binarismo de género

POR: DAVE AIDAN

FOTOS: SALGADO ALBAN, milenteinformacion.com

Enchaquirarse, del sustantivo chaquira. 

‘’Tengo como arma mi palabra. Tengo como escudo mis chaquiras”.

Esta frase extraída de la dramaturgia que creé para la propuesta escénica Enchaquirado, con la Cía. l’ayapampa, de artes escénicas que dirijo, es el lema que se ha ido tatuando debajo de mi piel.

Han pasado más de once años desde la última vez que pude pisar mi tierrita ecuatoriana de la Abya Yala. Once años en donde había sembrado sentimientos encontrados que aún no habían florecido. Aquel verano de 2021 volví a sentir las raíces de mis orígenes. 

Gracias al reencuentro con la tierra y de mis ganas por conocer todo lo artístico y cultural del país, pude dar con el artículo La representación del pasado sexual de Guayaquil: historizando los enchaquirados, del antropólogo y escritor Hugo Benavides. Sin saberlo, ese momento fue la semilla y el germen de mi propuesta escénica Enchaquirado.

Nací en Guayaquil y en mi ADN tengo una mezcolanza manaba y santodomingueño. Un perro mestizo que posiblemente tenga en su sangre el linaje de la cultura Huancavilca y quizás también algo me toque de los Tsáchilas. Me crié durante mis primeros seis años entre Guayaquil y Manta. A los siete años, cogí un avión rumbo a España. A partir de este momento, todo es una larga historia. 

Cuando leí el artículo de Hugo Benavides, sentí que había una parte de mi historia que no conocía. Comencé una indagación para conocer todo respecto a la cultura Huancavilca y todo lo que envolvía a la imagen de lxs enchaquirados.

La sociedad ecuatoriana ha estado (y sigue estando) encasillada dentro de unos cánones y roles de género que solo abarcan a la mujer y al hombre. Un binarismo de género heredado del colonialismo, que también trajo consigo el heteropatriarcado y la religión católica. 

Investigaciones realizadas en Ecuador, nos dicen que la heteronormatividad y el binarismo de género son principios que no había en la época pre-colonial. Existen hallazgos arqueológicos de estatuillas manteniendo sexo con la naturalidad sexual que imperaba en las tribus. Estas representaciones antropomorfas pueden ser consideradas no binarias.

¿Cómo estaría construida la sociedad ecuatoriana en la actualidad si no hubiese sufrido la barbarie de la colonización española? La respuesta puede estar en una comuna situada en la costa de la república del cacao y las flores. Existe una pequeña comuna llamada Engabao, la cual resiste a estas ideas y construcciones heteronormativas. En Engabao cobra vida la herencia de lxs enchaquirados.

Según fuentes históricas de cronistas, la definición de enchaquirado es la siguiente: 

Grupo de hombres (construcción social) que formaban especies de harenes homosexuales, participaban en ceremonias místicas y tenían relaciones sexuales con los caciques de sus respectivas tribus durante sus festividades. 

Reciben este nombre a raíz del uso de chaquiras, que son cuentas de conchas brillantes rojas o blancas. En especial la concha del molusco spondylus.

Lxs enchaquirados cumplían el rol de chamanes o guardianes de las distintas deidades adoradas por la población Huancavilca. Eran elegidxs para este papel desde la infancia y adoptaban vestimentas consideradas femeninas y costumbres típicas de las mujeres.

Actualmente, el término »enchaquirado» ha sido reapropiado por la comunidad LGTBIQ+ del poblado rural costero de Engabao, haciendo énfasis en su linaje como descendientes directos del pueblo Huancavilca y en su deseo de rescatar su legado histórico.

El director de cine ecuatoriano Iván Mora Manzano y todo su equipo han conseguido filmar La playa de los enchaquirados, un documental que da visibilidad a la tolerancia, la libertad y el respeto que se respira en esta comunidad queer ancestral.

Esta expresión de diversidad sexual, nos hace cuestionarnos cosas, adquiriendo un interés artístico en donde poder reivindicar el papel de lxs enchaquirados en la historia de la diversidad sexual del Guayas.

Cuando recopilé toda la información necesaria, me puse manos a la obra y empecé a realizar un extenso y satisfactorio trabajo de mesa hasta llegar a crear lo que hoy en día es nuestra segunda propuesta escénica: Enchaquirado.

La Cía. l’ayapampa nace con la necesidad de plantear nuevos discursos escénicos y dar visibilidad a la creación joven. Queremos investigar, jugar, enseñar, crear y poner en pie propuestas y actividades culturales con temas y problemas sociales que vivimos en nuestro día a día: racismo, LGTBIQ+fobia, migración, medioambiente, etc. 

En esta investigación artística, utilizamos herramientas como el teatro, la información histórica, la performance o el movimiento, intentado hallar un lenguaje diverso, de mezcolanza, en donde poder plantear una posible visión de lo que eran lxs enchaquirados en aquella época. Y, por supuesto, poniendo en valor y dando visibilidad a lo que son lxs enchaquirados en el siglo actual.

Esta propuesta, como dice la investigadora independiente, migrante y artista transdisciplinar Mafe Moscoso en su textito » la danza cuYr de lxs enchaquiradxs’’ del libro Transfeminismo o barbarie, podría ser una fiesta cuYr, una danza enchaquirada, una celebración andina, un rito de resistencia no-binaria, una yuxtaposición entre lo sagrado y lo profano.

¿Que es ser queer?

Es sentir, respirar, bailar, gritar y vivir. Es agarrar la rareza (según la construcción heteronormativa) y apropiarte de ella de manera resiliente. Es volver al origen ancestral de la vida y entender y atender el género o la sexualidad de una manera diversa. Es queerstionarse las normas, cuando las normas han sido impuestas por otros. Es vivir con orgullo lo que eres, lo que sientes y lo que respiras. 

Y gracias a esa bocanada de aire, después de meses de investigación, improvisación, mucho baile y mucha cumbia, pudimos estrenar Enchaquirado el 29 de junio en la Sala Madrileña DT Espacio Escénico, dentro del XX Ciclo Versión Original de Pensamiento Queer, que organiza la propia sala y está comisariado por La Fabulosa Cia. 

Una dramaturgia llena de memoria, tradición ancestral, sueños, ilusiones y reivindicación. Seguiremos cantando y danzando buscando una libertad. Seguiremos gritando fuerte: ¡Qué vivan los cuerpos disidentes ! ¡Los cuerpos que aman sin censura y con hermosura!

Rescato las palabras que la periodista Leyre Collazo escribió en su reseña para el medio informativo de comunicación y fotografía milenteinformacion.com: ‘’Esta iniciativa teatral muestra otros roles como transgresión. Alza la voz para recordar que la diversidad es norma y que lo natural es amar en libertad. Transforma el cuerpo vulnerable y desnudo en alternativa al juicio y a la violencia. Es alma que necesita renombrar otras formas de vincularse más allá de imposiciones religiosas y seculares. Es una propuesta honesta para ser desde otros lugares propios y seguros. Una REVOLUCIÓN necesaria ante la ignorancia y el miedo que nos alejan los unos de los otros. Es sanar la herida ancestral”.