«El único imaginario que hace 20 años había de las personas trans era de portada sangrienta del Extra»

Dos décadas de trabajo. En este marco conversamos con Ana Almeida, de Proyecto Transgénero, sobre sus aportes a la reinvindicación de los derechos de la población LGBTIQ+ en Ecuador, así como de la reactivación de la campaña Género para Todes a partir de una nueva sentencia de la Corte Constitucional en materia de identidad civil.

DANIELA MEJÍA ALARCÓN

Como la primera organización transfeminista del Ecuador y de la región, Proyecto Transgénero cumplió veinte años el pasado 26 de mayo, cinco días después de haber presentado ante la Asamblea Nacional sus observaciones al proyecto de Ley Orgánica para impulsar la Economía Violeta. La semana pasada, en cambio, lideraron la convocatoria de reactivación de la campaña Género para Todes, luego de que el 5 de mayo último la Corte Constitucional (CC) se pronunciara sobre la acción de incumplimento, por parte de la Asamblea, de la sentencia del caso Bruno Paolo Calderón y resolviera que el Legislativo tiene que discutir y aprobar de forma urgente un proyecto de ley para regular el cambio del dato referente al sexo en las cédulas de ciudadanía de las personas trans.  

En medio de estas coyunturas dialogamos con Ana Almeida, coordinadora de Proyecto Transgénero, la organización que lidera junto a la abogada Elizabeth Vásquez, para viajar en el tiempo, desempolvar sus comienzos y recorrer el camino transgresor y alternativista que han elegido transitar por ya dos décadas teniendo a su haber, entre otras conquistas, la incorporación en la actual Constitución del principio de no discriminación por identidad de género.

Veinte años de transfeminismo. ¿Cómo dieron inicio a su militancia? 

En el 2002 no se pensaba en Proyecto Transgénero. Lo que se inicia es la Patrulla Legal que era un vehículo que circulaba por las calles de Quito con la idea de tener contacto con personas trans en ejercicio del trabajo sexual callejizado, una problemática que hace 20 años era bastante estigmatizada y que sigue siendo estigmatizada. Los inicios son esos. Son el encuentro de una estudiante de Derecho, que es Elizabeth Vásquez, con trabajadorxs sexuales trans de la zona de La Mariscal en Quito, cuando no era una zona rosa como ahora (…). Elizabeth ya tenía esta certeza de que en el mundo no existían solamente hombres y mujeres, sino que también existen las personas de diversa combinación sexogenérica y al encontrar al sujeto, digámoslo así, que encarnaba esa posibilidad, pues es ahí de donde surge hacer todas las cosas que se han hecho después. Ese encuentro es el que posibilitó pensar el tema trans y que surgiera Proyecto Transgénero. 

¿Ya había en ese entonces organizaciones transfeministas en el país? 

En el 2002 no había ninguna organización en Ecuador que se llamara transfeminista. Nosotras somos la primera organización que plantea el encuentro de las diversidades sexogenéricas con las feministas y los feminismos que en ese momento había, sobre todo encontrando un eco en el feminismo autónomo. Somos las primeras en el país, en la región, en plantear esta forma de entender la diversidad sexogenérica, el feminismo y un pensamiento transfeminista. 

La Casa Trans, establecida en 2006, en La Gasca, Quito, fue una apuesta para reivindicar el derecho de las personas trans a la vivienda digna. | CORTESÍA DE PROYECTO TRANSGÉNERO

¿Cuál era la situación de las personas trans y las diversidades sexogenéricas que habitan en el Ecuador hace veinte años y cuál es esa realidad ahora? 

Cuando empezamos a hacer la Patrulla legal, luego la Casa Trans, la situación de las personas transgénero era muy adversa. Veinte años después esa situación, aunque sigue siendo adversa, cambió muchísimo porque el imaginario que había hace 20 años de las personas trans era un único imaginario de portada sangrienta del Extra. Veinte años después tienes personas trans que han terminado el colegio, la universidad, que están haciendo maestrías, están en espacios públicos, en instituciones del Estado. Tienes, además, una presencia transmasculina importante. Hace veinte años se pensaba que lo trans era únicamente una posibilidad transfemenina. También hay una incursión en la comunicación, en la academia. Las personas trans y los transfeminismos son ahora sujetos de estudio. Hace 20 años, bajo ningún concepto. Entonces hay un cambio, no solo porque haya una legislación favorable para los temas de diversidades sexogenéricas, sino porque se logró cambiar ese imaginario único que había de que las personas trans eran solamente transfemeninas y trabajadoras sexuales y que solamente estaban vinculadas a la violencia, a la sangre, a la drogadicción y a la delincuencia. Así que en 20 años hay un cambio impresionante más allá de que sigue habiendo discriminación y violencia. Hay una posibilidad legal, real para que las personas trans estén en espacios que ya no son solo los de la crónica roja. 

.Proyecto Transgénero ha sido transgresor. La Patrulla Legal o la Casa Trans dan cuenta de procesos adelantados a la hora de inscribirse en la realidad ecuatoriana, mucho más si se piensa que en esos tiempos hablar de las disidencias no era lo que es ahora. ¿Qué las motivaba a hacer lo que hacían? 

Efectivamente, las propuestas de Proyecto Transgénero han sido muy transgresoras desde sus inicios y aquí hay que hacer un reconocimiento a quien ha tenido esa sensibilidad e inteligencia para plantear estos temas, que es Elizabeth Vásquez. Sin Elizabeth Vásquez, estudiante de Derecho, con 22 años, cruzando la calle de la Foch para encontrarse con el mundo de las trabajadoras sexuales, no habría habido nada de lo que se hizo después. La Patrulla Legal, la Casa Trans, Transtango, el Programa de Formación de Activistas Transfeministas, la Confetrans (Confederación Ecuatoriana de Comunidades Trans e Internsex), el Pacto Trans, la Fraternidad Transmasculina, todo es autoría de Elizabeth. Ella nos ha llevado por una suerte de pedagogía sexogenérica con cada una de sus intervenciones… Veinte años después hay que reconocer que ese trabajo sigue siendo pionero. 

Los recursos siempre faltan y en organizaciones sociales autogestionadas. ¿Cómo han hecho para financiar estos 20 años de trabajo transfeminista? 

Sí, los recursos son muy escasos en general y han sido escasos a lo largo de estos veinte años. Sin embargo, ha habido una profunda convicción de las personas que conformamos Proyecto Transgénero (…). La Casa Trans, la Patrulla Legal fueron financiadas mayormente con los salarios de nosotras, Elizabeth Vásquez y Ana Almeida. Para nosotras siempre ha sido una apuesta política y siempre hemos pensado que lo que se pone en los programas no son gastos, sino una inversión social. Y luego, claro, toda la gente que participa en los diferentes programas hace inversiones económicas en la medida en la que no cobra lo que debería cobrar, siempre lo hacen también por este amor al proyecto, al proceso… La solidaridad de algunas organizaciones feministas de la región también nos ha sostenido (…). Y desde agosto pasado empezamos el Proyecto Multisectorial PRM II que es financiado por el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos y es en consorcio con Care, Fundación Mujer y Mujer, Alas de Colibrí y Funder. Nosotras estamos atendiendo la especificidad de las diversidades sexogenéricas en el marco de este proyecto de asistencia humanitaria que es, en términos económicos, el más importante que hemos tenido. Es la primera vez que recibimos un financiamiento de este tipo y esto ha permitido el sostenimiento de todo un año de trabajo. 

Activistas del PT promocionando la campaña Género Para Tod@s en noviembre de 2015. | CORTESÍA DE PROYECTO TRANSGÉNERO

Su cabildeo devino en avances normativos fundamentales para las disidencias del Ecuador como el reconocimiento a la identidad de género como categoría protegida contra la discriminación en la Constitución. También presentaron proyectos de reformas en materia de identidad civil, aunque finalmente se aprobó la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles… Ustedes cuestionan la doble cedulación y abogan más bien por el género universal.

En 2008, Elizabeth Vásquez fue asesora de la asambleísta Tania Hermida (…), así fue cómo se logró poner al menos cinco artículos de la Constitución con esta perspectiva y consciencia de la diversidad sexogenérica y los factores de discriminación, violencia, desigualdad que viven sobre todo las personas femeninas y los cuerpos feminizados. El artículo 11 numeral 2 es uno de los más importantes, pero tienes la libertad estética, la prohibición constitucional de interpretar discriminatoriamente las contravenciones, que es con dedicatoria a la Policía Nacional, y otros artículos que configuran un efectivo avance de derechos y que años después han dado unas condiciones de mejora para las personas de la diversidad sexogenérica. En cuanto a la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles, nosotras no proponíamos lo que resultó saliendo que es una doble cedulación. Nuestra propuesta siempre fue género para todas las personas.

¿Por qué decidieron reactivar esta semana (la semana pasada) la campaña Género para Todes? ¿Qué pasos darán a partir de esto?  

Ahora hay una coyuntura política muy interesante (…) tenemos la oportunidad de plantear nuevamente la necesidad de tener el género en la cédula, pero que sea para todas las personas (…). En 2015 proponíamos el género universal y cuando supimos que no iba a salir como queríamos inmediatamente activamos la campaña Género para Todes, que ha sido una campaña permanente. Ahora se retoma estos argumentos de por qué el sexo debe quedar como dato privado y el género es la categoría que debería estar en las cédulas, y también se busca que se reconozca el género no binario porque hay personas que no se sienten cómodas ni en lo masculino ni en lo femenino. Si lo hacemos ahora es porque la CC ha vuelto a llamarle la atención a la Asamblea y le dice que tiene que legislar sobre el cambio de sexo de personas transexuales hasta febrero de 2023 (…). Estamos volviendo a cabildear sobre una propuesta pionera y que problematiza el tema de que las personas, en la vida cotidiana, con lo que nos relacionamos es con los géneros y que el relacionamiento con los sexos se da en lo privado, que es el ámbito donde debería estar siempre y de donde no debería salir. 

Daniela Mejía Alarcón

Escribo porque es lo que más me gusta hacer y hago periodismo desde hace doce años porque me gusta escribir. Actualmente, publico en revista Mundo Diners y Edición Cientonce. Antes colaboré con Diario El Universo y Mongabay Latam; así como con El Cronista y Canal Net TV de Argentina. Me cuesta no tomar postura, entonces lo hago, escribiendo sobre lo que me interesa: derechos, literatura, animales y disidencias.